Soliloquios de inquietud

Renato Siciliano transita el intrincado camino de quien vive y siente con intensidad cada paso de su andar. Más cercano a la figura del antihéroe que a la del protagonista clásico, se cuestiona, tropieza, se rebela y se entrega.
En uno de sus habituales soliloquios, Pascual Gaetano —entrañable guía y amigo— le dice:
"La vida se representa como un constante peregrinaje de sueños perdidos, y entonces, todo aquello desaparecido se va convirtiendo en imagen ideal, quedando a salvo del deterioro del tiempo, convirtiéndose en grato y dulce recuerdo que, como firme bastón, sostendrá nuestro paso en los nuevos caminos que inevitablemente comenzaremos a andar."
Los ideales de una época, el amor, la vida y la muerte, el bien y el mal, se entrelazan en esta historia donde Renato intentará, a su manera, vivir plenamente… antes de que sea demasiado tarde.